LAS ANÉCDOTAS DE «MELÓN» – Parte 3

Por Luis Ángel Silva “Melón” (Ciudad de Mexico)

Nos escribe nuestro gran amigo el Maestro Luis Ángel Silva «Melón», manifestando su inquietud y aportando ideas y actividades que prolonguen el legado musical que artistas de su talla han dejado a los amantes de los ritmos del Caribe; el sueño de «Melón» es una protesta válida ante el olvido que los medios y la industria de la música someten a los grandes exponentes de la rumba y el sabor, quienes nos han deparado mucho goce y felicidad a través de los años. Hoy la industria y los medios se preocupan más por productos que por artistas, éstos son injustamente relegados y condenados al ostracismo, pero se niegan y su resistencia al olvido la sustentan con su talento e ideas, ojalá aparezcan personajes que recojan la bandera que nos muestra el sonero mexicano.

El sueño del sonero
Vayan estas líneas para agradecer tu llamada y decirte que me da mucho gusto saber de ti y que la revista sigue navegando, a pesar de vientos de fronda que aparecen a todo aquel que tenga deseos de llevar a buen puerto una idea; por desgracia, en el ambiente sonero esto no es nada nuevo y no es casualidad que aparezcan sabios que pretenden descubrir el hilo negro y el agua tibia.

Hace algunos años en Caracas, platicando con mis amigos Luigi de Lelis y Alfredo Churión, les expresé una inquietud que tengo de tiempo atrás que es constituir una asociación de soneros desde Canadá hasta la Patagonia y dejarnos de envidias y críticas de mala leche para llevar a cabo intercambios con grupos de diferentes países.

Así se abrirían fuentes de trabajo y se llegaría a lograr una verdadera hermandad, para efectuar una reunión anual con los mejores  de cada país, en lo que sería una verdadera expresión sonera, sorteando la sede, gozaríamos, como dijo Arsenio, de una manera espantosa. Pero lo expreso como inquietud, pues, soñar no cuesta nada.

Es una lástima que no haya unión en el ambiente sonero y los que sacan provecho sean advenedizos, personas ajenas que, si bien es cierto son un mal necesario, siempre se llevan la tajada del león y los artistas, que son los que llevan el público a los eventos, se conforman con la mínima parte. Considero que al consolidar la asociación, que es mi sueño, los soneros pudieran ser empresa y llegar, inclusive, a tener una grabadora propia que trabajando a futuro daría oportunidad de destacar a nuevos valores y a músicos olvidados, que los debe haber muy buenos en todos los países, pero que por una u otra causa están en el anonimato. Pero, basta de sueños y empecemos a trabajar.

por fortuna, ya podemos comunicarnos y creo que el Sonero de Barrio de Juan Carlos Ángel y Herencia Latina, de Israel Sánchez Coll, pueden ser el conducto que logre germinar mi inquietud. Imagínate, qué público podría dejar de asistir a un baile concierto, donde actuaran El Gran Combo, La Sonora Ponceña, Eddie Palmieri, Óscar de León, Willie Colón, N.G. La Banda, Irakere, el Grupo Niche, Johnny Pacheco, etc.; creo que se llenaría de bote en bote cualquier aforo.

Claro que se necesita un esfuerzo arduo, pero considero que vale la pena intentarlo. Por lo pronto, te invito a soñar y mi idea te la dejo de tarea. Para terminar, te deseo un cúmulo de parabienes el resto de tu existencia, así como a todos los lectores de Sonero de Barrio. ¡Vale!

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