ENTREVISTA CON PONCHO SÁNCHEZ
Por: Juan Carlos Angel, Edwin Osorio y Juan Fernando Trujillo
En el mes de septiembre del año 2006, la ciudad de Medellín fue testiga de un espectáculo que sin duda, pudo complacer el oído de la mayoría de los asistentes: El Festival Internacional “Medellín de Jazz”. En este gran Festival se presentaron músicos de talla internacional, uno de ellos fue el maestro “Poncho Sánchez”, considerado como uno de los más destacados dentro de todo el Festival. A continuación les presentamos la entrevista que Poncho le concedió a la revista “El Sonero de Barrio”, medio que no desaprovechó la oportunidad para contactar al artista y lograr que éste grande de la música, compartiera sus historias con nosotros.
Poncho, bienvenido a la ciudad de Medellín y gracias por atendernos y compartir con los lectores de “El Sonero de Barrio” sus historias.
R/ No, gracias a ustedes por difundir nuestra música y aquí estoy a sus órdenes.
Maestro Poncho, cuéntenos ¿cuál es su lugar y fecha de nacimiento?
R/ Yo nací en Laredo (Texas), el 30 de Octubre de 1951. Soy el menor de 11 hijos. Tengo 6 hermanas, 4 hermanos y mis padres son de México.
Y…¿Cómo fueron sus primeros años de infancia?
R/ Yo nací en Laredo, pero poco después, cuando yo tenía cuatro años, nos fuimos a vivir a los Ángeles. Esto por motivos de trabajo de mi padre, quien se desempeñaba como empleado en una lavandería. Allí vivimos cerca de 10 años, pero cuando cumplí los 14, mis padres decidieron volver a mi ciudad natal: Laredo
Maestro, ¿cuáles han sido sus influencias musicales y que recuerdos tiene usted de aquellas épocas?
R/ Bueno te contaba que soy el menor de diez hermanos. Yo crecí escuchando Blues, Rock and Roll, Jazz y me gusta mucho el Rhythm and Blues. Mis artistas preferidos en aquella época de chico eran James Browm, Miles Davis, Duke Ellington y otros, pero el gusto por la música latina, llegó a mí, porque mis hermanas escuchaban mucho a Machito, Tito Rodríguez, Mongo Santamaría, Tito Puente, etc. Entonces, además de escuchar Blues, Jazz y ese tipo de cosas, también escuchaba música de baile, Mambo, Cha cha cha, etc.
Cuéntenos, ¿cómo fueron sus primeras experiencias en la música?
R/ Bueno, de niño, con los amigos del barrio, jugábamos a tocar instrumentos. Recuerdo que cuando tenía 13 años, antes de volver a mi ciudad natal, Laredo, conformamos un pequeño grupo y el director era Beny Rodríguez, quien actualmente sigue siendo mi amigo. Un día él me dijo: “Ponchito, ¿por qué no tocas tu la guitarra?” y fue por ello que me incline por ese instrumento. Después se vieron frustradas mis expectativas de integrar el grupo, por lo del viaje; pero para mi sorpresa nuestra estancia en Laredo sólo duro un año, ya que mi padre de nuevo tomó la decisión de volver a la ciudad de Los Ángeles.
Para mi fue motivo de gran alegría volver donde mis amigos, y una súper sorpresa, cuando retorné de nuevo en la cuidad de Los Ángeles y observé que lo que anteriormente era un pequeño grupo musical se había trasformado en una gran banda. Lo digo porque ya tenían hasta guitarras eléctricas. Yo pensé que de pronto encontraría algún puesto en la banda, pero su director me dijo que ya no necesitaban un guitarrista, pero que sí estaban buscando un cantante y me ofreció la posibilidad de ensayar con él.
Recuerdo que ese día les pedí que tocaran algo de James Brown y les gustó mucho. Así fue que me quedé con ellos como líder vocal y hoy reconozco que mi inicio en la vida artística fue como cantante y no como guitarrista, que era lo que sabía hacer. Desde aquel día y hasta el sol de hoy, he estado siempre alternado la ejecución de instrumentos con la interpretación vocal.
Poncho, ¿qué relación tuvo usted con el Maestro Mongo Santamaría, y que significó para usted este gran músico?
R/ Mongo fue mi amigo y fue una gran persona que significó mucho en mi carrera artística. Recuerdo cuando lo conocí, yo era apenas un muchacho, pero ya había iniciado mi carrera como guitarrista y vocalista. Cuando aún estaba aprendiendo a tocar percusión, Mongo se presentó en un lugar llamado “Light House Jazz Club”, un sitio muy famoso en aquella época. Quedaba bastante retirado de donde yo vivía y cualquier día le dije a mis amigos que fuéramos allá. Pues nos fuimos y llegamos muy temprano, ya que yo quería verlo ensayar y de ser posible, hablar con él. En uno de sus descansos tuve la oportunidad de acercármele y le dije: “Hola Mongo, yo soy Poncho, soy admirador tuyo y estoy aprendiendo a tocar tu instrumento”. Él me miró por encima del hombro, ya que era bastante tímido e inmediatamente le dije tocando la tumbadoras, que yo quería aprender a tocar los mambos como él. Y hablando y tocando, le pregunté: ¿Es así maestro como usted toca “En tiempo de mambo”?. Mongo tan sólo me observó mientras tocaba sus tambores y de repente me dijo: “Más o menos”. Definitivamente él era un gran hombre.
¿Cómo conoció usted a Cal Tjader y como logró ser un integrante más de su banda?
R/ Yo conocí a Cal Tjader en el año de 1974. En esa época yo estaba con un grupo pequeño en Los Ángeles llamado “Sabor” en el cual, interpretábamos varios géneros como la música de Chicago; pero también interpretábamos música de Mongo Santamaría, Rey Barreto, entre otros.
Se me viene a la mente aquel día que nos estábamos presentando en un pequeño café de Los Ángeles y de repente su administrador, llamado Ernest, en un breve descanso se me acercó y me dijo: “Oye, ¿cómo te llamas?” y yo le respondí: “Yo me llamo Poncho Sánchez”. Y el continuó: “Sabes una cosa: tocas bastante bien”. “¡Gracias!”, le dije y el siguió: “Mira chico, yo soy amigo personal de Cal Tjader y seguro que voy hablarle de ti, de pronto te da la oportunidad de estar con él en su grupo”.
Sabes una cosa, cuando yo escuché esto me dieron ganas de reír a carcajadas, pero me contuve por respeto. Al terminar mi breve conversación con Ernest, le dije sarcásticamente: “Oye, no se te olvide hablar con Cal Tjader”. Y luego me fui a seguir tocando y cantando.
Un par de semanas después, Cal Tjader se presentó en un club muy famoso de Los Ángeles donde se presentaban frecuentemente las más grandes estrellas de Jazz. Pues yo fui con mi esposa y un amigo y al llegar a este club, que sorpresa tan grande me llevé cuando ví a Ernest, el administrador de aquel café, en el escenario hablando con Cal Tjader; aunque fue más grata la sorpresa cuando observé que Ernest, al verme, le señaló a Cal Tjader que yo había llegado. Luego me hizo una señal para que subiera a hablar con Cal. Yo me acerqué con algo de temor y Ernest, como buen anfitrión, nos presentó.
Te juro que fue mucho más grande la sorpresa cuando Cal me dijo: “Sabes que Poncho, las últimas veces que he venido a Los Ángeles, varias personas me han hablado que, un muchacho de la ciudad, toca muy bien las congas y te confieso que ya tenía deseos de conocerte”. Después me preguntó: “Poncho, ¿Quieres tocar esta noche con nosotros?, Y yo de una le pregunté ¿Hoy?, “Si, si, hoy”, me respondió Cal, y sin pensarlo más veces le dije: “Ok, tocaré contigo esta noche”.
En aquella época el conguero era Michel Smit, un afro americano que tocaba bastante bien. Apenas habían tocado un par de interpretaciones cuando de pronto, Cal tomó el micrófono y me presentó delante de todo el público. Luego me invitó a subir al escenario para tocar junto con él. Apenas terminó la canción que estaba sonando, yo me levanté de la silla para retirarme y Cal me puso su brazo en mi hombro y me dijo: “Tu vas hasta el final del show”. Cuándo terminamos el show, Cal me felicitó y me pidió el número telefónico, la dirección y mis datos personales.
Ya de regreso a mi casa, mis amigos decían que Cal Tjader no me llamaría. Todos pensábamos que me solicitó el teléfono por cortesía, pero a las dos semanas siguientes, me llevé otra sorpresa porque efectivamente Cal me había llamado, para invitarme a tocar de nuevo con él, en una gira que haría en la primera semana del Año Nuevo, por toda la ciudad de Los Ángeles y en Sandiego.
Y sabes una cosa, apenas había tocado el primer set musical de la noche de Año Nuevo cuando Cal, en el intermedio de la función, me dijo: “Poncho, tu tocas muy similar a Mongo Santamaría”, Yo le respondí: “Oh! gracias Cal por decirme eso, no ves que Mongo es mi ídolo”, y luego contestó Cal: “Poncho, quiero preguntarte algo: ¿Quisieras ser integrante de mi banda?”. Sin pensarlo dos veces respondí: “Claro que sí, maestro”. Y luego pactamos el dinero que obtendría por aquella pequeña gira y continuó diciendo: “Poncho, ¿Está bien 300 dólares?”. “Oh!, muy bien Cal, esta muy bien, acepto”. Lo que Cal aún no sabía, es que por estar con él en su banda, yo estaba dispuesto a tocar gratis. Y bueno, así fue como comencé mi carrera con Cal Tjader, a quién considero un gran maestro, y le debo todo lo que he alcanzado en la música.
Poncho, y… ¿cómo fue la verdadera historia de la muerte de Cal Tjader?
R/ Bueno te digo que poco se sabe. Cal Tjader, sufrió un ataque al corazón un año antes de su muerte. Debido a este incidente, tuvimos un largo receso de 6 meses, en los cuales, detuvimos todas las presentaciones para favorecer la recuperación de Cal. Él venía muy enfermo por su excesivo consumo de alcohol, ya que todos los días podía beberse perfectamente, un litro de whisky. Además podía fumarse dos paquetes de cigarros.
En aquella época, tuvimos que cancelar un viaje a Manila (Filipinas), pero luego de un año, Cal decidió viajar para cumplir con ese contrato. Cuando el avión estaba a punto de aterrizar, yo lo miré y le dije: “Oye Cal, no te ves muy bien” pues él tenía la piel y los labios pálidos, y las uñas estaban moradas. De repente él me dijo: “No Poncho, no es nada. Me siento bien. Además no puedo cancelar por segunda vez el viaje a Manila”.
Aquel viaje fue muy largo y durante todo el trayecto él no se sintió bien. Al segundo día de haber llegado a Filipinas, Cal seguía muy enfermo y fue cuando decidimos llamar un médico. Éste llegó hasta el Hotel donde estábamos hospedados. Luego le asignaron el médico personal del Presidente Marcos, que en aquella época, era el Presidente del País. Cuando el médico lo vio, inmediatamente ordenó trasladarlo al Hospital y apenas lo llevamos, un enfermero llegó con una silla de ruedas, pero Cal no quería cooperar, y luego de insistir tanto, aceptó su traslado.
Hay una anécdota en este episodio que recuerdo mucho y es que a Cal no le gustaba tocar el disco “Washirara”, por que se lo pedían todo el tiempo y ya estaba cansado de tocarlo tanto. Resulta y pasa que cuando estábamos saliendo del Hotel con él, en la silla ruedas, Cal me miró y me dijo: “Oye Poncho, prefiero tocar Washirara que estar montado en esta silla”. Definitivamente ese día Cal estaba muy chistoso.
Luego, cuando lo estaban examinando en el Hospital, le dio un ataque repentino en el corazón y por esta razón entró en estado de coma. Luego vinieron dos ataque más y allí, los médicos no pudieron hacer nada. Aquel día, 5 de Mayo de 1982, fue que murió mi gran amigo y maestro Cal Tjader. Este suceso fue para todos nosotros un duro golpe.
¿Qué significó para usted trabajar con Clare Fischer?
R/ Clare es un gran músico y por supuesto un gran maestro. Él sabe muchas cosas, además es compositor, arreglista, director. En realidad a toda la gente no le agradaba su forma de ser, ya que él era bastante pretencioso, sin embargo, yo lo aprecio bastante y estoy muy agradecido con él por que me ayudó cuando decidí montar mi propia banda. Por ejemplo, los dos primeros discos que grabé con mi orquesta fueron con el sello Discovery Records y fue Clare Fischer, quien me ayudo a conseguir ese contrato.
Poncho, ¿cuáles han sido sus más grandes logros conseguidos en su carrera musical?
R/ Realmente la música me lo ha dado todo. He tenido la oportunidad de tocar con las más grandes estrellas del Jazz y el Latín Jazz como Dizzi Gillespie, Tito Puente, Mongo Santamaría, y eso pues como por citar a algunos de ellos. El haber podido grabar más de 14 producciones con Cal Tjader y el tener cinco nominaciones al premio Grammy de la música latina y haberme ganado dos de ellos. Yo creo que todos esos son grandes logros, pero lo más importante ha sido llevarle a mi publico, mi música y saber que gozan con ella.
Este año el Festival “Heineken de Jazz”, en Puerto Rico, fue en homenaje a usted. ¿Qué significó tal reconocimiento?
R/ Haber, ¿qué te digo? Yo creo que ha sido de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida. Durante cuatros días desfilaron por allí grandes estrellas y este año, me hicieron un reconocimiento que me llena de orgullo y satisfacción, pero también de mucho compromiso, ése que necesito para seguir adelante con mi Orquesta.
Poncho, y ¿qué nos puedes contar de su timbalero estrella, Ramón Banda, de quien se especula que está enfermo?
R/ No, él esta bien. Ramón decidió separarse de nuestra Orquesta hace ya seis años. Ahora él esta tocando con varios artistas y se ha inclinado mucho por la onda del Jazz. Ahora tocando Drums, más que timbales. Su hermano Tony Banda si ha estado conmigo todo el tiempo. Ya son 18 años juntos.
Bueno maestro Poncho Sánchez, de verdad muchas gracias por compartir con la revista, “El Sonero de Barrio”, gran parte de su historia musical. En realidad nosotros nos sentimos muy complacidos con su visita a nuestra ciudad y esperamos que no sea la última vez que venga por acá.
R/ No, de verdad, muchas gracias a la revista por entrevistarme y a los lectores les digo que sigan disfrutando con nuestra música, Chao.
Nota:está prohibido extraer información de esta entrevista sin previa autorización del autor.
DERECHOS RESERVADOS WWW.ELSONERODEBARRIO.COM