ENTREVISTA CON CHOCOLATE ARMENTEROS
Por: Juan Carlos Ángel – 2006
Con ocasión del Medellín de Jazz celebrado en el mes de septiembre y como un evento fuera de la programación, se presentó en el Teatro Pablo Tobón Uribe, el famoso trompetista cubano Alfredo “Chocolate” Armenteros, una de las figuras rutilantes del sonido del caribe y el Latín Jazz. El Director de Sonero de Barrio tuvo la oportunidad de confraternizar con el destacado músico quien le concedió la charla que ha continuación transcribimos.
P: Maestro, ¿de dónde viene el apodo de Chocolate?
R/ Bueno, eso fue en “Radio Cadena Habana” cuando hacíamos un programa de dos horas. Después del programa, bajábamos y nos tomábamos un café. Cualquier día, vino una mujer me tapó los ojos y me dijo: Chocolate, ¿tu no sabes quién soy yo? Y yo le respondí: Señorita, yo me llamo Alfredo Armenteros, yo no soy “Chocolate”. Entonces ella volvió y me dijo: ¡Si, usted es Eladio Sardiñas, (uno de los campeones de boxeo que hubo en Cuba)! Luego, ella me miró de frente y siguió diciendo: ¡Ay perdóneme, pero usted es igualito a él! Desde aquel día, los músicos empezaron a decirme Chocolate, el “Chocolate Armenteros” y hasta el día de hoy.
P: Y ¿cuáles orquestas usted conformó?
R/ Estuve con Benny More, Arsenio Rodríguez, Julio Gutiérrez. Luego, de pasar por estas orquestas, estuve en el teatro Campo Amor con la orquesta dirigida por Peruchin. Más tarde pasé al Tropicana en el año 1950 y de ahí me fui para Haití, el primer viaje fuera de Cuba. En ese lugar permanecí seis meses y regresé de nuevo a Cuba. Apenas toqué tierra cubana, observé que la primera persona que me estaba esperando era Mariano Merceron y Peruchin, para realizar un programa a las diez de la mañana (10:00 a.m.) que se llamaba “El Show de la Mañana” en la emisora C.M.Q.
P: Maestro ¿qué tan cierto es que el Benny More llegaba tarde a sus presentaciones?
R/ Eso es totalmente falso. Lo que pasa es que nosotros siempre abríamos el primer set de la presentación cantando Fernando Álvarez y Rolando La Serie, Después para el segundo set venía el Benny More y se presentaba ya que él era la figura. Y eso, lo que se dice del Benny no es cierto; la orquesta es la que empieza y la figura viene después. Así como trabajo yo siempre en mis presentaciones, mi orquesta es la que tiene que abrir con dos números y después entro yo.
P: Bueno maestro, ¿cuándo fue la primera vez que usted visitó Medellín?
R/ Bueno, eso fue en el año 1955 con la banda del Benny More. Eso fue algo apoteósico porque lo mismo que hacíamos en Cuba lo hicimos aquí en Medellín. Hacíamos un programa de radio en vivo (eso fue en el radioteatro) y también nos presentamos en el Club Campestre. Recuerdo que ese día alternamos con “Las Hermanas Lago”.
P: ¿Cuál fue la primera orquesta con la que usted grabó un disco?
R/ Eso fue con René Álvarez. El 18 de mayo de 1949 nosotros grabamos el tema “Niña y Señora”; de ahí pasé por la orquesta de Arsenio Rodríguez, luego la de Julio Gutiérrez y siguió la de Peruchín. Con este último tocábamos en el teatro Campo Amor, acompañado de Carlos Pons, que el era bailarín y hacia el papel de negrito en aquella época.
P: Para usted, ¿cuál es el mejor cantante que ha acompañado en el género de la “Salsa”?
R/ Bueno, yo creo que fue al que el “Benny” le colocó ese apelativo de “El Sonero Mayor: el señor Ismael Rivera”. Además, tuve la gran oportunidad de grabar junto a él algunos temas como el “Nazareno”.
P: ¿Porqué nunca perteneció usted a las estrellas de la Fania All Star?
R/ En realidad a mí me llamaron para ese proyecto, pero yo les dije que no me gustaba ser estrella. Además, cuando yo salí de Cuba y llegué a Estados Unidos, como músico profesional, (aunque yo no me considere así), yo les dije a todos que no iba a regalarles mi talento, ni a la Fania ni a nadie, porque yo no iba a hacer copia de mi propia música cubana… ¡Eso si que no! Por el momento, si me llaman a grabar, pues grabo con todo el mundo; “pero no puedo pertenecer a un estrellato inventado”.
P: Señor Armenteros, ¿cómo fue que usted llegó, por primera vez, a Estados Unidos?
R/ Mi llegada fue en el año 1956 con la orquesta de Fajardo. Estuvimos tocando en el teatro Astoria durante una semana y de ahí pasamos a tocar al Palladium, pero yo ya había tenido una propuesta de Mario Bauzá y de “Machito”, los cuales me habían visto tocar en Venezuela (en el año 1952), y me dijeron: ¿te gustaría ir a Estados Unidos e integrarte con nuestra orquesta? Yo les respondí: ¡En cualquier momento viajaría a Estados Unidos para estar en su orquesta!… Luego, cuando llegué en 1956 a Estados Unidos, me expresaron: “la oferta que te hicimos todavía esta vigente”. Después Mario Bauzá se acercó y me dijo: bueno, ¿tú que piensas?; entonces yo le respondí que cuando llegara a Cuba, con la orquesta de Fajardo, arreglaría todos los papeles; en una semana lo llamé y le dije que ya tenía un contrato profesional y mi residencia para trabajar con ellos.
P: Cuéntenos un poco de ese tema que Arsenio Rodríguez, le escribió a usted.
R/ Cuando yo entré al conjunto de Arsenio yo no tenía uniforme del grupo, entonces Arsenio le pregunto a René Scull (que era primo de él), cómo era la forma de ser mía, René le dijo: él siempre usa sombrero, siempre esta “guayando” los dientes y disfrazado de “guapo”. René dijo eso, porque cuando uno llega del campo a una ciudad siempre encuentra a alguien que lo mira a uno por debajo; cierto día estábamos tomando unos traguitos y llegó un tipo que le dijo al cantinero: ¡Oye! dame un traguito que lo paga el campesino… entonces yo empecé a “guayar los dientes” y me eché el sombrero pa’ atrás; luego le dije al tipo: ¿tú me echaste dinero en el bolsillo, como para que yo te compre un trago a ti? ¡Oye chico!, ¿qué te crees tu? Que porque vine del campo, ¿qué crees que soy?…
En fin, esa historia se la contó René Scull a Arsenio Rodríguez y ahí fue donde Arsenio me escribió la canción “Me voté de Guaño” que quiere decir, guapo. Entonces, cuando “Arsenio” escribe la canción me dijo: ¡Éste es un regalo que te voy a hacer a ti!…
El maestro Armenteros realizo una decorosa presentación en la ciudad de Medellín haciendo gala de su simpatía y dominio de la tarima, alternando con los asistentes y recordando algunos de los temas que lo han hecho famoso. Finalmente cerró su periplo por Colombia en un concierto en la ciudad de Bogotá que recibió muy buena crítica y con el cual se cerró el Festival Internacional de Jazz de la capital colombiana.
Nota: está prohibido extraer información de esta entrevista sin previa autorización del autor.
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